"Lo que vamos a decir sólo está pensado para ayudar. Lo decimos entendiendo que todo el mundo es completamente inocente, y que están intentando practicar lo mejor que saben aquella filosofía o método en el que creen.
[...]
Un buen ejemplo es la enseñanza de que uno debería estar en el ahora. Recuerdese que no estamos diciendo que haya nada equivocado en la idea que se puede derivar algún bien, del hecho de enfocarse en el ahora, en lugar de en el pasado o el futuro. La calidad de vida mejorará. El problema es que hacer eso no retira la culpabilidad inconsciente por la separación original de Dios, que sigue estando escondida en los recesos ocultos de la mente. Por ello, cada experiencia de estar en el presente es, por deficición, temporal, porque no consigue retirar los bloqueos que impiden que esa experiencia sea permanente. [...]
Es la diferencia entre estar temporalmente en el ahora de una ilusión y estar permanentemente en presencia de la realidad.
Es absolutamente esencial recordar que a menos que toda la culpabilidad inconsciente haya sido retirada de la mente, no puedes permanecer en el presente sin fin de manera permanente. Es imposible. Cualquier intento de permanecer en el ahora está condenado al fracaso si no se hace el trabajo del verdadero perdón. Hasta que no hayas perdonado completamente lo que hiciste y proyectaste fuera de ti, no eres perdonado en tu propia mente inconsciente, y mientras que no lo seas, no es posible romper el ciclo de nacimiento y muerte. Estar en el ahora no cura tu culpabilidad inconsciente ni deshace el ego. El verdadero perdón, por otra parte, retira los bloqueos a la conciencia de la presencia del amor, que es tu estado de ser natural, deshaciendo el ego completamente y haciendo posible permanecer en el eterno «siempre», simplemente porque eso es lo único que queda.
Esto es algo de lo que Jesús dice sobre este importante asunto en Un Curso de Milagros:
«Eres invulnerable porque estás libre de toda culpa. Sólo mediante la culpabilidad puedes aferrarte al pasado. Pues la culpabilidad determina que serás castigado por lo que has hecho y, por lo tanto, depende del tiempo unidimensional, que comienza en el pasado y se extiende hasta el futuro. Nadie que crea esto puede entender lo que significa «siempre», y de este modo la culpabilidad le impide apreciar la eternidad. Eres inmortal porque eres eterno, y «siempre» no puede sino ser ahora. La culpabilidad, pues, es una forma de conservar el pasado y el futuro en tu mente para asegurar de este modo la continuidad del ego. Pues si se castiga el pasado, la continuidad del ego queda garantizada. La garantía de tu continuidad, no obstante, emana de Dios, no del ego. Y la inmortalidad es lo opuesto al tiempo, pues el tiempo pasa, mientras que la inmortalidad es constante.»
Recuerda que cualquier intento de llegar a la eternidad no sirve de nada mientras haya culpabilidad inconsciente en la mente, punto. Esa culpabilidad debe ser sanada antes de que puedas estar permanentemente libre del pasado o del futuro. Y el modo de deshacerla no es ignorarla, que es exactamente lo que ocurre cuando te cierras y niegas el pasado o el futuro.
Es cuando perdonas el pasado y tus preocupaciones de futuro cuando se deshacen, y el presente sin fin está realmente disponible para ti. Ese perdón siempre tiene lugar ahora.