viernes, 2 de agosto de 2013

A MÍ (NUESTRO) SER INTERNO


Vivimos sin ser conscientes de lo que estamos viviendo, nos alejamos de nosotros mismos en el momento en el que no reconocemos nuestro ser en todo aquello que observamos, no hay nada que esté separado de nuestro núcleo interno aunque creamos que sí. 

Nuestro prójimo no es un desconocido, somos nosotros en alguna de nuestras múltiples facetas. Cuando ayudas a alguien te estás ayudando a ti mism@, cuando lo agredes te estás agrediendo a ti mism@. Sigues siendo tú con la máscara que hayas elegido ponerte. Aprendiendo a verles como parte de ti te ayudará a avanzar. 

El querer aportar algo a alguien sin reconocer que aquello que le estás dando es sólo un mensaje que te estás dando a ti mism@, simplemente  hará que sigas nadando en esa ilusión, y ello puede durar una eternidad o un momento, es tu decisión. El  ver esa parte tuya hará que la reconozcas en ti. Aprende a amarla y a perdonarla porque en esa aceptación encontrarás la Paz. 

No existe separación. Aquello que te produce rechazo, o indignación forma parte de ti, así como aquello que te produce placer. Coloreamos este mundo con múltiples y hermosas facetas, porque a fin de cuentas, somos seres de Luz que estamos experimentando nuestra realidad ilusoria. 

Aprendemos de nuestros propios yoes distribuidos por nuestro mundo y en este proceso nos hemos ido olvidando de quién eramos en realidad para creernos nuestra propia historia, tan perfecta, que hasta nos pareció real. Recuerda que es sólo una ilusión, aprende de tu ilusión, porque así lo quisiste.  

Ayuda al prójimo si ese es tu deseo, llegará el día en el que recordarás que no hace falta creer que el otro está separado de ti para ser ayudado, recordarás que todo radica en ti mism@. Y te verás. Podrás soltar esta realidad ilusoria, podrás reconocer que eres perfect@ y siempre lo has sido, podrás seguir tu verdadero camino y dejarás atrás aquello que en verdad nunca podrías dejar... 

Cada parte de este gran núcleo está siguiendo el mismo camino, viviendo su propia ilusión y quizás si ven a muchos como tú que reconocen su Luz, quizás, también ellos despertarán. En el momento en que despiertas todo cambia, te relajas, y es entonces cuando se hace entendible y creíble la frase:
"Si en mí crees - dice el Señor - las obras que yo hago, tú las harás también; y aun mayores harás".
Pero cuidado, en ese momento podemos caer en la trampa de creernos superiores, nuestro ego se puede fortalecer y hacernos olvidar nuestro ser espiritual, hundiéndonos aún más en nuestro mar de ensueños y así alargar nuestra permanencia en él. 

Quizás necesites experimentarlo para entenderlo o quizás ya lo hayas entendido. El Cristo simplemente nos mostró la manera de salir de nuestra propia cruz, y reconocer que somos inmortales y perfectos.  Él vino a transmitirnos ese mensaje, para luego seguir su camino, como así un día nosotros seguiremos el mismo camino, cuando nos liberemos del yugo con el que nos hemos atado durante tantos siglos. Es decisión nuestra decidir cuándo...

Todo es Uno, todo aquello que observas forma parte de tu maravilloso Ser y como tal ámalo, perdona todo aquello que siempre has considerado indigno porque no lo es, eran facetas tuyas que te han ayudado a evolucionar, a ser quien eres ahora. Perdona todo dolor, todo agravio, todo ataque, pues eran producto de tu inconsciencia, aprende a amar esa facetas oscuras tuyas que ves en el mundo y déjalas ir pues no son más que una ilusión. Aprende a amar esas facetas tuyas tan hermosas  y déjalas ir, pues también son una ilusión. 

Tu ser perfecto siempre ha permanecido intacto, todo Luz, sin juicios, no existen buenos o malos, no hay balanzas, todo Es. Ese estado te pertenece, el otro, es tu  ilusión.

Es momento de volver a tu lugar de origen.

E. S.