El mundo de las energías sutiles lo empecé a descubrir desde muy pequeña, aunque por entonces desconocía que pocas personas podían ver lo que yo veía o percibía. Para mí era de lo más normal ver el aura de personas, animales y cosas, pues todo está recubierto de su propio halo de energía. Me encantaba observar las plantas y las flores, sentía que me comunicaba con ellas y que me respondían. Ahora que han pasado tantos años dudo de si realmente hablaba con ellas o estaba todo en mi imaginación, pero el mundo sutil siempre ha estado ahí confirmándome que somos más de lo que creemos, más de lo que nunca nos hayamos podido imaginar. Cuando paseo por una gran ciudad me asombra ver todas esas personas que ignoran cómo brillan sus cuerpos sutiles, y qué pequeño es su cuerpo físico en comparación con su cuerpo sutil. Utilizo un lenguaje que no muchos entenderán, pero en realidad aquello que expreso va más allá de las palabras, no es necesario entenderlo con la mente...
El mundo de las energías sutiles ha sido mi realidad desde que "llegué a este planeta", pero no sólo la vista puede captar estas energías, el cuerpo también las capta, y al descubrir la radiestesia me quedé fascinada por todo aquello que podía descubrir con sólo utilizar mi percepción. También sé que todos tienen la posibilidad de ver y sentir estas energías, pero muchos han preferido cerrar esa puerta, por miedo, desconocimiento, inseguridad o simplemente porque no es el momento. Como yo también habré cerrado una puerta (o muchas) a otras posibilidades, seguramente. Cada uno tenemos un propósito en esta vida y se nos da la opción de ver, vivir y aprender aquello que nos sea más beneficioso para nuestra evolución, y a lo mejor esa puerta se abre en otro momento más oportuno...
Este artículo que presento describe un poco el mundo de las energías sutiles y me encantó. Su autor, Epifanio Alcañiz, investigador radiestesista, nos presenta sus impresiones derivadas de su profesión y describe sencillamente aspectos de las energías sutiles que muchos desconocen. Al igual que el ser humano, los animales y las plantas, también el planeta Tierra posee puntos energéticos y emite vibraciones, de diferente tipo, como lo hace nuestro cuerpo, de esta manera algunos de esos puntos sirven también para descargar toda la energía nociva acumulada: es interesante tener conocimiento de este dato para saber interpretar de alguna manera esos puntos...y alejarse de ellos, reconociendo aquellos que pueden ser beneficiosos a nuestro organismo. Como nosotros de alguna manera podemos ayudar a otras personas también nuestro planeta lo hace. Basta aprender a sentir que nuestro planeta es un ser vivo, a reconocerlo y a quererlo...
Stellablu
"Aún recuerdo mis principios como radiestesista, cuando parecía querer salvar el mundo y sufría por los demás porque estaban ciegos y no alcanzaban a ver mi verdad. Me producía dolor cuando un amigo o conocido aquejaba de algún mal y yo pretendía hacerle ver que dormía sobre una geopatía y con tan sólo mover su cama podría mejorar su calidad de vida y este, incrédulo, decía que no iba a desordenar el dormitorio sólo por comprobarlo. Me costó aceptarlo, pero al final comprendí que todos nacemos con nuestro destino marcado y que la vida física es tan sólo un mero recorrido en el cual disponemos del libre albedrío para mover algunas fichas circunstanciales que para nada influyen en nuestro destino final. Es por tanto inútil que nadie se empeñe en salvar a aquel que no tiene salvación, sería lo mismo que predicar en el desierto o golpear el hierro frío. Por eso quiero dedicar el esfuerzo realizado en la elaboración de esta página a todos aquellos que por distintas vivencias ya han aceptado que hay una energía global e inmortal de la cual formamos parte.
Somos como burbujas o cápsulas de esta energía que reencarnada en nuestros cuerpos nos da la vida por un periodo más o menos corto. Somos, sin duda, un grano de arena en la inmensidad del desierto. Se que mis palabras serán leídas por muchas personas que no alcanzarán a comprender el mensaje de las mismas y tan sólo unas pocas están destinadas inexorablemente a cruzarse en mi camino, o en el de cualquier otro que por efecto de la causalidad darán un giro a su vida. Sin duda una mano invisible mueve sin descanso el entramado de cada uno de los pasos que por mucho que nos empeñemos no vamos a poder evitar.
Aunque al término "energía" se le pueden aplicar diversos significados, en Física se la define como la fuerza capaz de realizar un trabajo. Este flujo de partículas realiza una fuerza y ejemplos de energías son: eléctrica, solar, térmica, eólica, magnética, nuclear, gravitacional, etc.
Nuestro cuerpo etérico recibe la vitalidad de una estructura o ente invisible y desconocido que forma parte de las energías llamadas sutiles y es gestionada en el mismo a través de siete vórtices que son los puntos o puertas de acceso principales, a las cuales se las conoce con el nombre de "chacras". Dicen que hay otros 21 "subchacras" y 340 "sub-subchacras". Esta energía actúa sobre el campo vital o físico de nuestro cuerpo, sobre el campo mental y sobre el campo espiritual y emocional de las personas.
La medicina, después de estudiar miles de cuerpos, no ha encontrado pruebas de que esta energía exista, tampoco la ciencia ha conseguido detectarla, por este hecho no reconoce su existencia. Sin embargo, hay realidades que muestran que esta energía existe.
En algunos hospitales ya dejan aplicar Reiki (Energía Universal) a sus pacientes de cáncer y aunque no entienden ni encuentran explicación científica, reconocen que dichos pacientes reaccionan mejor a la aplicación de Radioterapia y Quimioterapia y que los medicamentos tratados con Reiki (aplicación de energía con las manos) son mejor tolerados por los pacientes.
Una colmena de abejas situada sobre un punto de baja radiación energética será mucho más productiva que otra situada junto a la primera pero sobre un punto de mayor radiación (la vibración energética de los insectos y bacterias es inferior a la humana).
Un árbol que crezca sobre un Punto de Poder alcanzará mucha más envergadura que otro de la misma especie que crezca junto al primero. Un ejemplar que crezca sobre una geopatía (zona de baja vibración energética) mostrará unos abultamientos irregulares en su tronco que no presenta otro que crezca libre de geopatías.
Esta imagen fue tomada en una plaza de Aranjuez, Madrid. Todos los árboles crecen sobre una línea Hartmann de tercer orden, en dirección norte-sur
Los bebés en sus primeros meses de vida tienen la capacidad de detectar las geopatías. Es por esto que si su cuna se sitúa sobre una de ellas amanecerá en posturas inverosímiles, intentando apartarse de la misma. Si cambiamos su cuna de posición y conseguimos encontrarle un lugar neutro dormirá más tranquilo.
El termino de energía sutil engloba lo que los chinos taoístas llaman "Chi", los budistas Zen llaman "Ki", el pensamiento hindú denomina "Prana", los griegos antiguos lo llamaron "Pneuma" y me imagino que tendrá algún nombre más que escapa a mi conocimiento. Atañe también a las radiaciones emergentes de la Tierra, conocidas como energías telúricas, las cuales afectan a los ritmos vitales de nuestro organismo.
Desde la noche de los tiempos, el ser humano ha necesitado creer, tener un Dios al que adorar, rezar, respetar y pedir, para ello ha construido altares, templos e imágenes en su honor. Para la ubicación de todo ello ha buscado el lugar idóneo, uno escogido entre los demás, un lugar donde la energía que fluye de la Madre Tierra fuese especial, un lugar sagrado que contase al menos con un Vórtice Energético, ese punto de unión entre el cielo y la tierra, es decir, el lugar ideal para comunicar con sus dioses. Simplemente nuestros antepasados, tenían todos sus sentidos e instintos mucho más desarrollados que los nuestros (perdidos en aras del progreso), localizaban ese lugar especial donde hacer sus ofrendas; y allí construían su templo y, cercano a él, su ciudad, para poder utilizarlo con asiduidad.
Muchos siglos atrás, los chinos, buscaban las zonas perturbadas del terreno antes de edificar, apartándose de las “venas del dragón” y “salidas de demonios”.
Los celtas también estudiaban el terreno y sabían encontrar los lugares donde emanaba una energía positiva, y era allí donde construían sus lugares de culto.
Los romanos, antes de construir una nueva ciudad, dejaban pastar sus corderos en el lugar elegido y al sacrificarlos estudiaban sus hígados; si encontraban alguna anomalía, elegían otro lugar. Eran conocedores de la rabdomancia, y buscaban agua y minerales con una varita de madera.
Si alguno de nuestros chacras se bloquea, la energía de nuestro cuerpo no circulará correctamente y alguno de nuestros órganos vitales empezarán a debilitarse. Igualmente, si pasamos mucho tiempo en lugares con un nivel energético inferior al que vibran nuestras células, estas acabarán no funcionando correctamente:
En el año 1927, en Alemania, concretamente en la población de Vilsbiburg, el barón Gustav von Pohl llevó a cabo conjuntamente con un grupo de médicos y de radiestesistas un curioso experimento. Descubrieron que las personas fallecidas de cáncer en esta localidad tenían su cama situada en la vertical de cruces de corrientes de agua. Determinaron que estos cruces, que denominaron “punto rayo”, se podían considerar zonas geopatógenas muy nocivas para la salud.
Paralelamente a estas investigaciones, el ingeniero francés Pierre Cody centraba sus investigaciones en la ionización del aire en la vertical de las venas de agua subterráneas. En el año 1935, este mismo ingeniero indica que el gas radón es el culpable del cáncer de pulmón (algo que corroboraría la ciencia mucho más tarde).
En 1937, el Doctor Peyré, en Francia, constata la existencia de unas radiaciones cosmotelúricas orientadas N-S y E-O, con una separación entre bandas de 7 a 8 m.
Con esta base, el doctor Ernst Hartmann inició en Alemania, a mediados del siglo pasado, una serie de estudios, midiendo la resistencia eléctrica de las personas en distintos lugares. Esto le permitió detectar la existencia de una red o malla geomagnética, compuesta por unas bandas o paredes de energía de unos 21 cm. y con una separación de 2,50 m. en sentido N-S y de 2,00 m. en sentido E-O (cifras que varían según la composición del terreno).
Su densidad y nocividad aumentan al coincidir con fallas geológicas y venas de agua subterránea. A esta malla que cubre todo el planeta con excepción de los polos, se la conoce con el nombre de Red Hartmann o Red H en honor a su descubridor.
El doctor Hartmann constató que esa rejilla global constituye un basto conjunto de paredes invisibles, como una red o cuadrícula de dimensiones supuestamente fijas de energía sutil emanando del subsuelo y elevándose verticalmente más de 2000 m. El arquitecto Rémi Alexandre la definió como una cuadrícula de radiaciones o zonas de perturbaciones cosmotelúricas.
El doctor suizo Manfred Curry, junto con el doctor Witmann, detectó, en el año 1954, una red dispuesta en sentido oblicuo a los puntos cardinales, a esta red diagonal se la conoce como red Curry.
También quedó demostrado que en la vertical de fallas, diaclasas, cuevas y terrenos no homogéneos las radiaciones son nocivas para la salud.
A los lugares donde coinciden un cruce de la red Curry y un cruce de la red Hartmann se les conoce como “Punto Estrella”. Son zonas especialmente geopatógenas, capaces de generar una enfermedad degenerativa en nuestro organismo en unos años, si tenemos la desgracia de que nuestra cama esté situada sobre uno de ellos. Es más nocivo aún si además coincide con alguna otra geopatía.
Los Pozos Guy Tisson y las chimeneas cosmotelúricas, o “salidas de demonios” como eran conocidas por los chinos en la Antigüedad, son como respiraderos de radiación nociva que surgen aleatoriamente del subsuelo; es una de las alteraciones telúricas más peligrosas para nuestra salud.
Las venas subterráneas de agua son una de las geopatías más conocidas. Alteran la energía sutil en su vertical debido a la fricción. Cuanto mayor sea el caudal o la velocidad del mismo, más nocivas serán las radiaciones emitidas. Un cruce de dos o más venas subterráneas (punto rayo) a distinto nivel puede convertirse en una trampa mortal si está situado en la vertical de una cama.
Las redes o mallas que circundan el planeta (redes telúricas) sirven para que éste se descargue de parte de la energía que genera en su interior, de la que le llega del cosmos, y de la contaminación electromagnética artificial que acaba penetrando en la tierra. Todas llevan el nombre de su descubridor, y podemos considerar como nocivas sólo las dos más importantes: la red Hartmann y la red Curry.
Dentro de la Red Curry, se encuentran, sin seguir aparentemente ninguna posición lógica, los que se conocen como Vórtices Energéticos o Puntos de Poder. Nunca me ha parecido bien el considerar estos puntos como de poder, por lo tanto en adelante intentaré referirme a estos lugares como Vórtices Energéticos. En realidad son “columnas” de energía de 60 cm de diámetro que entran y salen de la Madre Tierra a través de la red Curry.
Estos vórtices actúan positivamente sobre nuestros niveles bioenergéticos y dependiendo de su nivel de radiación, influyen sobre el plano vital o físico, sobre el plano mental, sobre el plano emocional y sobre el plano espiritual. (De acuerdo a mi propia teoría, según la cual dentro del cuerpo humano hay 4 planos energéticos de una misma índole pero con distintas funciones.)
En los vórtices se registra un nivel vibracional superior a la del cuerpo humano. Son unos puntos bioenergéticos con unos niveles que oscilan entre las 13500 a las 33000 UB. Existen también los llamados Puntos de Meditación, vórtices de menor emisión energética; en estos se miden frecuencias que van de 9500 a 11500 UB. La diferencia entre unos y otros está en la densidad energética de los mismos.
Hemos de tener presente que estos puntos sólo son saludables si los usamos adecuadamente, permaneciendo sobre ellos un tiempo que varía según la intensidad de los mismos.
Mucho es lo escrito sobre todo aquello relacionado con la llamada Energía Sutil (existen otros muchos nombres que la definen) esa fuerza invisible que tan fuertemente vinculada estuvo, está y seguirá estando con nuestra existencia.
Esa energía que nuestros antepasados supieron percibir y de la cual dejaron constancia a través de construcciones que nos muestran el respeto de nuestros ancestros por aquellos lugares donde sabían que esta energía se hacía mucho más densa, más notable y más beneficiosa. Construyeron sus templos sobre estos lugares, realizando para ello titánicos proyectos, esfuerzos que aún hoy arrojan muchas sombras.
La ciencia aún no ha conseguido desentrañar el misterio, aún no ha podido crear una máquina capaz de detectarla. Por tanto la Energía Sutil, sencillamente, no existe para la ciencia.
Hace poco más de 100 años los Rayos X, también eran ignorados por la ciencia, , tuvo que llegar el físico Wilhelm Conrad Röntgen y conseguir en 1896 fotografiar los huesos de la mano de su esposa Berta, con el anillo flotando sobre estos, fue la primera imagen radiográfica del cuerpo humano y desde entonces sí que existe esta radiación para la ciencia. Sin embargo, no hay duda de que esta radiación ya existía antes de que la ciencia aceptara su existencia.
Vórtices Energéticos o Puntos de Poder, tantas veces mencionados como desconocidos. Invisibles columnas de energía que posiblemente surcan el espacio atravesando nuestro planeta.
Muchos son los que aseguran verlos físicamente, unos dicen sentirlos, otros dicen captarlos y muchos más hablan de ellos con la simple autoridad de lo que han leído, pero pocas veces de lo que han experimentado o sentido.
Tengo la certeza comprobada de que allí donde detecto estos vórtices suceden hechos paranormales, como lo es la no putrefacción de carne, aunque existen más coincidencias, aquellos lugares donde hay apariciones de espíritus o espectros, o psicofonías, también se suelen dar en los alrededores de de alguno de estos vórtices; al igual que las apariciones marianas.
En la gruta de Lourdes, justo delante de donde se supone que la virgen se apareció a Bernadette hay un vórtice de 24500 UB, también lo hay en Fátima, hay dos en Montserrat , en el santuario de Ntra. Sra. de La Encina en Álava, con dos vórtices de 24500 UB, en el de Guadalupe en Cáceres y podría decirse que en la totalidad de los santuarios, al menos lo hay en de todos los de España que he visitado.
Pero esto no es todo, los lugares donde los avistamientos de ovnis suelen ser comunes, curiosamente también se dan en zonas donde existen Vórtices Energéticos, Montserrat con dos de 24500 UB, Montsegur uno de 24500 UB y así un largo etc.
La consideración que puede hacerse de esto último es que estos vórtices surquen el espacio y se conviertan en caminos interestelares, o tal vez puedan utilizarse como puertas de acceso a otras dimensiones, pero esto amigos es algo a lo que aún no puedo responder...
Autor: Epifanio Alcañiz. Investigador de las energías telúricas
Ver más: