Todos nosotros somos miembros de un solo organismo muy semejante a la manera en que los fotones individuales componen un haz de luz o trillones de electrones componen una corriente eléctrica que se extiende a través de la galaxia. Cuando nos movemos desde el mundo de los fenómenos hacia dimensiones más elevadas de la realidad, la individualidad es intercambiada por comunidad, y esta comunidad es vasta e incluyente, y contiene una inteligencia que refleja su inmensidad.
En los tiempos por venir, habrá arenas movedizas y dudas inquietantes y mucha gente sentirá miedo tratando de entenderlas. Permítanme recordar a cualquiera que tenga una mente abierta, la posibilidad de que esté aquí en este tiempo para dar su amor independientemente de las condiciones y eventos del mundo exterior.
Entiendo que es muy fácil caer presa de estas energías basadas en el miedo, querer protegerse a sí mismos y a sus seres queridos, y prepararse para tiempos tumultuosos para, de hecho, arrastrarse dentro de un capullo protector y esperar a que pase el caos. Pero los tiempos, por difíciles que puedan llegar a ser, serán más fáciles para todos en la comunidad más amplia de la humanidad y de la Tierra, si aquellos de nosotros que vinimos a este planeta en este tiempo despertamos completamente a nuestras misiones de recibir y transmitir frecuencias de amor a nuestro universo local – sabemos bien, que los muros de nuestro universo local se extienden hasta los muros más lejanos y antiguos del universo de nuestro Creador. Son verdaderamente uno y el mismo, y lo que enviamos a uno, va a todos. Se difunde entre la comunidad más grande y la estabiliza en medio de cualquier agitación.
Así que, es nuestra responsabilidad ser dueños de este tiempo como creadores de paz desde la guerra, creadores de amor desde la agitación, transformadores de la oscuridad en luz, y transformadores de la desesperación a la esperanza. Si alguno se pregunta su misión o propósito –recuerda, ¡es ésta!
La forma en que expreses tu misión con respecto al trabajo, o aficiones, o familia, o relaciones, depende de ti, y en el sentido amplio de la realidad, realmente no importa. Lo que importa es que expreses una vida centrada en el amor en tu universo local independientemente de las circunstancias externas. Sitúa esto en el centro de tu existencia humana, sabiendo que si lo haces, eres una fuerza estabilizadora y de todas las fuerzas que se necesitan en este tiempo –ésta, ésta es la más vital.
Si hay disturbios en la calle, o el Internet se cae durante varios días, o si el gobierno repentinamente anuncia que los extraterrestres son verdaderamente reales –este tipo de eventos tendrían profundas implicaciones para nuestro orden social. Sería como ponerlo todo patas arriba por un tiempo, y en este estado de desorden sería difícil pensar, actuar, y expresarse fuera de la reacción social, especialmente con los medios de comunicación avivando las llamas del miedo y la aprensión.
Y con todo, esto es precisamente lo que se te pedirá que hagas. Cada vez que sientas que tu capacidad de irradiar la vida centrada en el amor esté en peligro o reducida, tan sólo necesitas recurrir a tu Ser Superior para reponerla, para aprovechar el depósito de amor y compasión que te rodea en todo momento.
Este es el tiempo en el que el Espíritu vence a las fuerzas de la materialización y emerge con la tranquila supremacía, que es la firma de su Fuente. Y este surgimiento es como un amanecer, cuando la luz cae sobre nuestro mundo y despierta a la gente.
A veces, esta luz provoca confusión e inquietud, pero eso ocurre tan sólo porque la gente ha estado dormida durante tanto tiempo que teme los cambios que esta luz trae. Como también saben, a un nivel más profundo, que estos cambios son profundos y duraderos, y conllevan una responsabilidad que ellos mismos deben adoptar o, en cierto sentido, se quedarán atrás.
Aquellos que estén verdaderamente despiertos, verán estos tumultuosos tiempos como demostraciones de esta luz y esto no les evocará instintos de supervivencia, ni tácticas de desesperación de correr y esconderse. Sentirán un nuevo poder inesperado que viene hacia ellos, en el sentido de que ellos no lo requirieron conscientemente, pero éste, no obstante, fluirá sobre ellos como una nueva corriente de energía y ellos la anclarán, la compartirán, y la experimentarán como nunca antes.
Podría darte esta técnica o aquella, pero al final, realmente son sólo una sarta de palabras. Por el contrario, lo que he compartido es el Espíritu detrás de las palabras, la Fuerza detrás del objeto y esto en mi opinión, es más valioso. Por lo tanto, escucha si quieres a la Fuerza del Espíritu, puesto que éste te informará y te mantendrá enfocado en la misión de la que viniste a ser parte, y para lograrla, como una inteligencia colectiva.