domingo, 23 de diciembre de 2018

La Navidad


El símbolo de la Navidad es una estrella: una luz en la obscuridad. No la veas como algo que se encuentra fuera de ti, sino como algo que refulge en el Cielo interno. *
La Navidad es Paz porque muestra que el Amor está en todas partes y, si está en todas partes, el dolor, el miedo y el conflicto no pueden ser reales. Si lo creemos real es porque escuchamos al ego, pero la estrella de la Navidad nos recuerda que la Voz del Espíritu Santo está en nuestra mente esperando a ser escuchada para que no hagamos real lo que no puede serlo. 
Tú no tienes más que invitar a Aquel que ya se encuentra ahí. *
Éso  es lo único que se nos pide, seguir a Aquel que Sabe que el Amor es nuestro destino. Su Voz habla de unión, de amor y de paz.

Es darse cuenta que no somos cuerpos sino Una Sola Mente. Un Solo Espíritu, Íntegro y Completo. 

Nada nos falta. Todos los 'papeles' que representamos en el mundo son del ego y el ego siempre exige que sacrifiquemos algo para obtener algo porque afirma que siempre estamos necesitados de algo, pero el Espíritu Santo nos dice que el Amor es lo que Somos y que por lo tanto no nos puede faltar nada. No necesitamos nada. Los  “papeles” del ego no son más que una ilusión, no son reales. Dios no pide que sacrifiquemos nada pues todo nos pertenece por razón de lo que Somos.  
"Nací para enseñar la lección de que el sacrificio no está en ninguna parte y de que el amor está en todas partes, y ésta es la lección que todavía quiero enseñarles a todos mis hermanos. Pues la comunicación lo abarca todo, y en la paz que re-establece, el amor viene por su propia voluntad". *
La Navidad es recordar que ya estamos conectados con todos y que sólo tenemos que eliminar los obstáculos que el ego ha puesto que nos impiden escuchar nuestra verdad y sentir esa unión. La Navidad nos muestra que nada nos puede dañar y que podemos vivir la Paz desde ya mismo pues lo único que hay Es Amor. Nuestro Espíritu sólo puede dar Amor en razón de lo que Es y que ésa es nuestra función.

Como Espiritu Navideño que somos reconocemos la estrella y la mostramos a nuestros hermanos para que también ellos la reconozcan.