"Lo importante es modificar fundamentalmente vuestras relaciones con las cosas y los seres. En vez de apretar los puños ahora tended la mano. Toda vida a vuestro alrededor necesita más que nunca que la ayudéis con todas vuestras fuerzas. Nada de lo que encontráis es vuestro enemigo, pero todo os devuelve al instante la imagen de lo que sois, todo os sugiere una acción, una nueva forma de madurar y de ser.
Hoy se os pide que améis el ladrillo que vais a ensamblar con otro, y el polvo que sacáis con vuestra escoba. Se os pide que escuchéis a la zarza que os corta el paso, al animal que espera en su cercado y al niño que merece una reprimenda. La Vida espera que abráis vuestro corazón al vecino que, en la circulación de las grandes ciudades, blandiría el puño, o también a ese hombre de la otra punta de la tierra que, a través vuestro televisor, reclama algo de comer. Amar todo eso, todos esos impulsos de los mil rostros del Divino que os interpelan, no es simplemente decir: 'Si voy a amar', ni 'sí, ahora amo'. Con frecuencia los buenos propósitos son promesas que duran poco."
"Dar Amor representa mucho más que dar una idea o pronunciar un deseo; dar Amor significa encarnarlo gratuitamente, sin atisbo de duplicidad, hasta en el gesto más humilde. Os lo digo: eso se aprende y está a vuestro alcance...
Dar Amor, en fin, es dejar de ser contempladores de la acción considerada buena y fundirse en ella."
"Sé sencillo. De la sencillez surge toda felicidad, de ella brota la evidencia de la luz."
Fuente:
'Por el Espíritu del Sol', Anne y Daniel Meurois-Givaudan
'Por el Espíritu del Sol', Anne y Daniel Meurois-Givaudan