martes, 17 de diciembre de 2013

HABLANDO CON LAS PLANTAS

 Valle de Santiago, Guanajuato, es un lugar algo prodigioso, pues según el Calendario Azteca, las estrellas que conforman el dibujo celeste de la Osa Mayor, se sitúan cada mil cuarenta años exactamente sobre este valle. Y por “una inexplicable coincidencia, siete cráteres ahora apagados, han copiado fielmente las líneas de esta constelación”, lo que le ha valido a la ciudad, en nombre de “Las siete Luminarias”. En este lugar de prodigios y leyendas nació José Carmen García Martínez, un pequeño agricultor con múltiples inquietudes de investigación y logros significativos en varias partes del país y el mundo, “el hombre que habla con las plantas”, según un libro editado en Francia.

Don José Carmen García Martínez, es un campesino visionario que tiene más de 50 años dedicados a la investigación sobre manejo de energía cósmica e inventor de fórmulas aplicables a la agricultura del futuro con las cuales, en el año de 1975, se hizo famoso ya que sorprendió a propios y extraños con sus famosos vegetales gigantes, coles de 43 kilos, matas de apio de un metro de altura, cañas de maiz de cuatro metros, hojas de acelgas de 1.85 metros o rábanos gigantes. Y como es natural esta clase de noticia voló, conmocionando a las autoridades en ese entonces en tal grado que en el sexenio de Lopez Portillo envió al Secretario de agricultura y Don José se ofreció a enseñarles como lograr esto en las siembras a cambio de que se hiciera un Parque nacional en el municipio y que se construyera una escuela de agricultura, esta propuesta quedó entre las miles archivadas en ese tiempo por el gobierno.

Don José Carmen García 


"Debemos preguntarles a las plantas lo que necesitan y lo que les es superfluo. Los científicos sin embargo, imbuidos por su importancia, no creen que sea necesario proceder de esta manera."

¿Así que usted cree que las plantas tienen algún tipo de inteligencia que les permite comunicarse con los seres humanos? 

Don José Carmen: “¡Por supuesto! Al igual que cualquier animal, cualquier persona, ¡y hasta cualquier cosa!”

En su libro "El hombre que habla a las plantas", Don José explica: 


“Empecé por sentarme junto a las plantas y me puse a observarlas. Entonces les pedí que me ayudaran. Las plantas, al igual que todos los seres vivos, tienen alguna forma de inteligencia que les permite comunicarse con nosotros, si las 

escuchamos. A veces durante la noche, siento que mis plantas tienen sed, así que me levanto y camino hasta mi campo donde les doy agua hasta que estén satisfechas. Es absurdo aplicar consejos de riego precisamente porque al igual que la gente, cada planta es diferente.” 


150 toneladas de cebolla por hectárea cuando la cosecha normal da solo 16 toneladas.  Coliflores de 45 kilos, maiz de 5 y 6 metros de alto, acelgas con hojas de 2 metros, beterragas que pesan 11 kilos y plantas de calabazas con 8 pies por cada raiz...

Podríamos pensar en los frutos del paraíso, pero, estamos solamente en el "valle de Santiago" en el corazón de México, frente a las plantas de don José Carmen, un humilde paisano que puede revolucionar la agricultura. 

La calidad nutritiva y el sabor de sus legumbres han sido confirmados por el laboratorio de biología vegetal aplicada del Museo de Historia Natural de París y sus experiencias han sido repetidas con éxito en el marco científico de la Universidad Agrónoma de Chapingo por el profesor Nicolás Cerda. 

"Lo que está en juego, no es solamente el prodigio, por más singular que sea, sino y sobre todo, la prueba irrefutable que nos encontramos frente a perspectivas inexploradas que conciernen los problemas ecológicos y alimentarios en el mundo."Yvo Perez Barreto

Yvo Perez Barreto nació en el Perú. 
Escritor y cineasta, ha viajado por casi todo el mundo con su cámara para mostrar cómo los conocimientos de la culturas tradicionales pueden contribuir a solucionar los problemas de salud y sociedad que confrontan nuestros mundos industrializados:



MENSAJE ASTRAL

En el libro “Mensaje Astral”, don José Carmen como primicia, señala:

el soporte para la vida del planeta, es en primer lugar la vegetación para la purificación de sus aguas. Sostén planetario es el intercambio de esencias entre planetas, que son los que les dan vida, porque los planetas al igual que los humanos comen y consumen alimentos, por lo que tienen vida y la capacidad de proporcionarla. La mayor aportación que tiene que entregar el planeta tierra a los demás, es esencia-árbol y al carecer de ésta, estos no pueden responder dentro de la computerización al universo creador. Por lo que no se recibe lo que se necesita para su dieta de la vida planeta”. En este aspecto, se aclara, “en el universo los planetas se conocen por números y – créanlo o no – los humanos de este planeta y todos los millones de planetas que existen, con o sin vida humana, todos están computerizados entre si.

“De ahí que cuando un planeta aporta más esencia de la que debe, no hay problema, pero cuando aporta menos se le restringe la dieta energética enviada, porque dentro de lo normal esto sucede sólo cuando los planetas ya se hicieron viejos, porque dentro de las leyes del universo, todo lo que nace muere, y un planeta al igual que una persona cuando se hace vieja ya no rinde trabajo, pero come menos y así paulatinamente va aportando menos trabajo y consumiendo menos alimentos hasta que muere, para dejarle el lugar a otro”.

Entonces, afirma, sucede lo mismo con los planetas y ejemplifica: si a un humano de 90 a 100 años se le sirviera la misma porción que consumía cuando tenía 40 años, esto sólo sería un desperdicio y todavía los humanos pueden darse este lujo, pero no así los planetas, porque para ellos es mucho más difícil la producción de los alimentos; esto se anota para que el humano comprenda que es él quien está destruyendo su casa, pero que puede reparar el daño que ha causado; ¿ Cómo?, reforestando el planeta para que éste pueda cumplir con sus obligaciones con el universo y la computerización del mismo, y ya no lo registre como un viejo que va ha morir pronto. Al planeta Tierra le que dan muchos millones de años de vida, pero por la deforestación está enviando señales como si fuera un viejo”.

Por otro lado, afirma se puede restablecer el planeta como ya lo hizo una vez, y agrega, sólo que para ello tendría que deshacerse de todos sus habitantes o seres vivos móviles, incluyendo los insectos. “La decisión que tomen los humanos, después de que sucedan los acontecimientos de los que hablará este libro, servirá para tomar la definición de universo creador”.

También señala que para el universo creador es importante que los seres humanos del planeta se decidan a reforestarlo ya que es reconstruir su propia casa. ¿Qué deben hacer?. Lo saben de sobra. La prueba está que hay grupos que se empiezan a organizar, pero los capitalistas, en su mayoría, son muy avaros, y como de hecho son quienes manejan a los gobiernos, por lo que se les va a dar un escarmiento; ya no queda otra alternativa debido a que de sobra saben que están haciendo mal y todo por la insaciable avaricia que tienen”.

En todo esto lo importante es restaurar el planeta, ya que con ello los humanos tendrían más larga vida y más útil, con lo que podrían aprovechar mejor sus experiencias en beneficio de sus familias y la humanidad. Sostener el equilibrio del planeta no es difícil, lo complicado es mantener en control a los mandatarios, por lo que se tendrán que dictar leyes que protejan la conservación del mismo, así como el bienestar y progreso de la masas trabajadoras que habitan en él”.

Por otro lado, se dice en la introducción del libro que sobre presión se mantienen los objetos sobre el planeta, por lo tanto cada vez que los humanos lanzan un artefacto fuera de la atmósfera del planeta, queman grandes cantidades de nitrógeno y al cruzar la capa de ozono, que es la que filtra los rayos solares, ésta se empieza a descubrir o adelgazar en ciertas partes donde es más delgada; de seguir con esto, cada día se adelgazará más; es por lo que estos lanzamientos se deben de suspender, hasta que tengan permiso e información de cómo hacerlo”.

Por lo tanto, “reparar el daño por los humanos de la capa de ozono, de momento no tienen idea de cómo hacerlo; razonan, pero con el fin que no es, en el país de los gobiernos poderosos donde se está rompiendo la capa de ozono, éstos no hacen nada para reparar el daño, aunque saben que rompiendo el equilibrio se perjudica todo el planeta. Sí se pueden seguir haciendo esos, lanzamientos, sólo que hay que aprender el cómo proteger la capa de ozono para no seguirla dañando”.

Por otro lado “los poderosos de vivos se pasan y si en vez de oprimir a los pobres, les crearan fuentes de trabajo, éstos serían felices teniendo que comer, pero los están matando de hambre, y el hambre no es buena consejera”.

Sorprenderse porque un mensaje como éste, de universo creador, hable así a los humanos “no debe de causar sorpresa por ser el lenguaje y manera en que los humanos entienden, porque viven equivocadamente y creen que siempre van a ser poderosos. Responsabilidad es la que no tienen. Sobrecargar al pueblo de maldades hasta que estalle en violencia, no es bueno para nadie. Dejarían los pueblos lo que los rodea si los capitalistas y los gobernantes fueran prudentes, respetando los derechos humanos”.