lunes, 24 de junio de 2013

LAS ENERGÍAS DE LA NATURALEZA


Aprende a curarte con las energías vivas de la Naturaleza

La Tierra misma respira y nosotros podemos sintonizarnos con ella a traves de las olas del mar o el sonido del viento.

El filosofo Griego Epicteto (55-135) decia lo siguiente "Dios duerme en los minerales, se despierta en las plantas, camina en los animales y piensa a traves de ti"

El prana solar es prana procedente de la luz del sol. Vigoriza a todo el cuerpo y promueve la buena salud.

El prana contenido en el aire se llama prana del aire o glóbulo de vitalidad del aire. El prana del aire es absorbido directamente por los centros de energía propios del cuerpo bioplásmico. Estos centros de energía se llaman chakras.

Al prana contenido en el suelo se lo llama prana del suelo o glóbulo de vitalidad del suelo. Este se absorbe través de la planta de los pies y se efectúa automática e inconscientemente. El hecho de caminar descalzo aumenta la cantidad de prana del suelo absorbido por el cuerpo. Las plantas y los árboles absorben prana de la luz del sol, del aire, del suelo, del agua.

El mar con la fuerza de sus minerales, yodo, magnesio, regula el funcionamiento de tiroides que tan ligado está a nuestros estados de ánimo y sexualidad. El aporte de magnesio que tiene el agua de mar va a compensar tanta falta que hoy existe de este mineral y que justamente dicha falta es una de las causantes de la depresión. Es a su vez estimulante y tonificante, indicado para rinitis, faringitis, bronquitis crónicas, amigdalitis, afecciones inflamatorias de oídos, estados anémicos, de agotamiento orgánico relacionados con la pubertad o la menopausia.
La montaña con sus ríos subterráneos aporta minerales como hierro, calcio, fósforo, tiene un efecto estimulante, pero a su vez tranquilizante, generando estados de apacibilidad y sosiego, es ideal para personas debilitadas, deprimidas y convalecientes. Restablece anemias, afecciones respiratorias, síndromes diabéticos, acidificación de la sangre, problemas de insomnio y relacionados con el sistema nervioso en general.

Ya sea cerca del mar o inmerso entre montañas o sierras, el sol, el aire, el agua, la tierra, actúan a través de sus ciclos de autorregulación, dándonos el máximo de vitalidad y energía; lo mismo sucede con una buena alimentación y una actividad física acorde.

EL CONTACTO CON LA TIERRA


Cuando caminamos descalzos en la hierba o en la arena de la playa estamos integrándonos con la tierra, sintiendo su energía, su electromagnetismo. Esta es una de las mejores recomendaciones en muchas enfermedades y trastornos, especialmente en los problemas circulatorios, varices, flebitis, artrosis, artritis de las piernas...En la orilla de la playa se juntan las fuerzas de los cuatro elementos de la naturaleza (tierra, agua, aire, sol). Muchos problemas óseos mejoran al caminar descalzos en contacto con la madre tierra.

Caminar y correr descalzos es el mejor ejercicio que podemos hacer. Instintivamente, desde niños tendemos a desprendernos de zapatos y medias, aunque a los padres no les guste mucho esto.
Nicola Maffulli, profesor de Traumatología y Ortopedia de la Universidad de Medicina Británica, hace la siguiente afirmación: “Al caminar descalzos fortalecemos los importantes y descuidados músculos estabilizadores (los que evitan lesiones y mejoran la fuerza y la velocidad). Además sus beneficios se extienden al resto del cuerpo, ya que se fortalecen las pantorrillas, los músculos que rodean las rodillas y, desde ahí, todos los músculos de la espalda”. “Entrenar descalzo”, prosigue, “también mejora el funcionamiento natural del pie, permitiendo una respuesta sensorial que activa las contracciones musculares que disipan los golpes. Sobreproteger la planta del pie con gruesas suelas de zapatos y zapatillas puede disminuir esta respuesta”


Los pies están infravalorados y quizá una manera de retornarles el valor que les corresponde sea liberarlos, permitirles ir descalzos todo lo posible, sobre todo ahora que -particularmente en el mundo desarrollado- la higiene lo permite no sólo al lado de la piscina, sino también en casas y otros espacios donde se desenvuelve la vida.

Existen motivos de tipo antropológico -expresadas en claves religiosas, como en numerosas culturas de Oriente y en la propia cultura cristiana- que han descubierto que ir descalzos también permite un mejor conocimiento y una mayor sensibilidad ante la realidad del mundo, de las cosas, de las personas y de uno mismo. Y no sólo es bueno por una cuestión terapéutica y de descanso para los pies que, olvidados del suelo, nos aíslan del entorno, sino también para experimentar la cercanía con la creación, con la tierra, para aportar realismo y humildad a nuestra existencia.

Desterrar del cuerpo emocional temores, angustias, iras y cualquier emoción negativa.

Descalzo se percibe otro aspecto que es la calidez o el frío del suelo, lo cual produce algo parecido a una transmisión psicológica muy fecunda de cómo notar el pálpito de la presencia de algo misterioso en la creación, que nos sostiene, que nos rige.

Liberar los pies es una buena base para sentirse y ser libres, para conquistar la libertad interior y exterior; es como la rebelión ante los "grilletes" que, con el deseo de hacer la vida más confortable, nos ha metido en las coordenadas de un sistema excesivamente cerrado. Estar descalzo no sólo es una señal de pobreza y de humildad, sino también un grito de liberación. Es como "una valoración del cuerpo, un acariciar el mundo, una humildad que es andar en verdad".

La página de Lorenz Kerscher aconseja ir descalzo en plena naturaleza, porque se establece una sensual conexión con ella; porque se hace uso del tacto y de la sensibilidad de las plantas de los pies, que es casi tan desarrollada como la de las manos; porque se siente intensamente el contacto directo con la naturaleza; y porque se puede compartir con las plantas y los animales la sensación de calor y frío, la rudeza del terreno seco y el agradable frescor de la humedad y el rocío.
Caminar descalzo protege al medio ambiente, preserva la vegetación y el suelo, no hace ruido y nos permite desarrollar un instinto ecológico más fuerte.

Ir descalzo mejora la salud, asegura un desarrollo saludable de los pies durante la niñez, corrige el malestar debido a los pies deformados, ayuda a mantener a raya los resfriados y a eliminar los hongos.


VENTAJAS DE CAMINAR DESCALZO


Establece una sensual conexión con la naturaleza.

Podrás compartir con las plantas y los animales la sensación de calor y frío, la rudeza del terreno seco y el agradable frescor de la humedad y el rocío.

Preserva la vegetación y el suelo, no hace ruido - y sin zapatos podemos desarrollar un instinto ecológico más fuerte.

Los ojos de la persona descalza hacen que ésta mantenga un buen contacto con el suelo, y por lo tanto sus pies no aplastan a las plantas ni a los animales.

Un excursionista descalzo siempre mira donde pisa; por eso evita marchas campo a través, que pueden perjudicar al entorno.

Sobre grava o zonas pantanosas las personas descalzas tienden a moverse con mucho cuidado, por lo que no constituyen una amenaza para los animales ocultos, como las aves que anidan en el suelo

IR DESCALZO MEJORA LA SALUD

Caminar descalzo es muy provechoso para proteger los discos intervertebrales y evitar que se deformen y desgasten.

Dado que los zapatos no bloquean los reflejos de las plantas de los pies, ir descalzo activa un modo más natural de caminar.

Un camino duro ofrece un ejercicio perfecto para corregir las distrofias de los pies que dañan las rodillas y causan dolor de espalda.




Una persona descalza automáticamente apoya el peso del cuerpo en la parte exterior del pie, donde la piel es menos sensible a las piedras. De esta manera se corrigen los pies planos.

Sin embargo, ¡unos pies saludables son mucho más elegantes que el mejor de los calzados! Siempre es posible mejorar la condición de nuestros pies, porque incluso un adulto goza de cierta flexibilidad, al menos si mantiene una buena relación con la naturaleza.

Acostúmbrate a ir descalzo y verás que el supuesto peligro de resfriados y dolores "reumáticos" no son más que cuentos de viejas.

Caminar o correr descalzo en la arena es muy beneficioso: las plantas de los pies reciben un tratamiento de peeling natural; los ligamentos y los músculos de los pies y las pantorrillas se fortalecen, y las funciones del equilibrio corporal se activan

CONSEJOS PARA CAMINAR DESCALZO

Al principio, no impongas demasiado estrés a tus pies. Escoge suelos agradables para tus primeros pasos, e insiste en caminar descalzo a medida que te habitúes. Gradualmente, tus pies volverán a adaptarse a su función natural, y podrás resistir más y más tiempo.

No pises plantas espinosas y ten en cuenta que los macizos de flores atraen a las abejas. Las aristas afiladas son muy raras en la naturaleza y normalmente no representan problema alguno para una piel curtida. No obstante, es necesario tener más cuidado si no estás vacunado contra el tétanos o bien si eres alérgico a las abejas.

Reconectémonos con el Universo al caminar descalzos.



Fuentes:

Fotos: Web