Por Anne Meurois-Givaudan
Esta meditación nos fue transmitida por los seres de Shambala. Si se practica con regularidad, es como un bálsamo sanador, muy eficaz para curar las heridas de nuestro planeta.
"Hermanos, volvemos a poner el planeta Tierra en manos de la Humanidad. Comprended lo que esto significa. La Raza de los Hombres llama a los que se ignoran a sí mismos a caminar con ella…
A través de Mi voz, la Tierra de Shambala os recuerda ahora una antigua forma de actuar utilizada en otros tiempos por los pueblos del Sol. No es una técnica, sino un medio de abrir la nueva era del Don. Nosotros la llamamos la “transmisión del diente de león…”. Viajará de nuevo de un pecho a otro.
Hela aquí: Cuando el hombre y la mujer tengan el alma abierta a la Metamorfosis de su género, se sentarán en el suelo, con los pies descalzos. Escucharán su silencio y sentirán girar en torno a ellos la luz de Shangri-la. Entonces proyectarán sobre la pantalla de su conciencia la esfera algodonosa de un “diente de león” a punto de emigrar. Verán sus mil semillas con toda perfección y depositarán, en cada uno de ellas a todas las cualidades de las que está sedienta la Tierra.
Así irradiarán la semilla de la armonía, de la tolerancia, del amor incondicional, de la paz y la de todos los tesoros que un corazón puede contener y engendrar.
Cuando la esfera algodonosa esté así cargada de sus mensajes, el hombre y la mujer, con un mismo soplo interior, esparcirán las joyas estrelladas. Las verán diseminarse a través de los cielos de las cien regiones de la Tierra y verter en ellas su esencia.
No ignoréis, en adelante, lo que puede llevar a cabo semejante trabajo del pensamiento. El requerimiento del Amor se desplaza más veloz de lo que Yo podría decir. En los mundos sutiles reviste un cuerpo tangible, para verterse después, como una lluvia, en la materia de los hombres."