domingo, 11 de mayo de 2014

LA PIEDRA MAXIM O TUAOI


“La ciencia de los Atlantes se basó en la utilización de las inagotables energías de la red energética del planeta y del Sol. Al lado izquierdo del Inkaliton se encontraba un edificio circular que llamaban "El Templo del Sol", tenía un gran lente de cristal que capturaba y concentraba la energía negativa del sol. La energía concentrada era recibida y enfocada a través de espejos en un cristal de cuarzo, la piedra de fuego. Sus inventos utilizaron el momento en que la energía negativa de la luz solar se transformaba en positiva, en el punto neutro de la red energética del planeta. Aprovechando que la plaza se localizaba sobre unos de sus puntos neurálgicos transformaban las energías polares del sol y la tierra y las emitían por el aire, como las ondas actuales de radio, desde los obeliscos de la plaza principal. Los diferentes aparatos se sintonizaban y transformaban esa energía en una fuerza capaz de generar movimientos centrípetos o centrífugos. La piedra del fuego generaba el poder necesario para mover las máquinas que producían los objetos materiales, o para producir calor permitiendo el control climático de los edificios. Utilizaban estas energías de muchas maneras, alteraban la frecuencia de vibración de la materia que ellos llamaron "La substancia Única", el Akasha, transmutando sus estados. Acelerando la velocidad atómica de un elemento lo convertían en otro más liviano. Bajando la frecuencia de vibración lo convertían en otro más denso”
"La conexión Atlante" - Fernando Malkun

Se dice que "El Dorado" fue fundada alrededor de una "Luz Maxim" ésta es la misma que estaba en la Atlántida, y fue traída allí por quien dijo llamarse "Hijo del Sol", precipitando un Bloque de Cuarzo y luego creando allí, una Llama Maxim. La llama Maxim no tiene alimentación ... es una Luz eterna ... El que llego a la Atlántida era Jesus.

"Fue durante este periodo  de  la segunda destrucción de la Atlántida  cuando Cayce,  al  hablar del  desarrollo  técnico  de  los  atlantes,  habla de  «la piedra Tuaoi»,  «la piedra de  fuego»  y «los  cristales», para describir una fuente de energía. Esta fuente de energía se convertiría en un elemento clave de la civilización atlántida, y fue responsable por último de su  propia destrucción."  

Cuando le preguntaron acerca de la  piedra, Cayce respondió:



Tenía la forma de una figura  de seis lados, en la que aparecía la luz como medio de comunicación entre lo infinito y lo finito, o como    medio por el cual se  producían las  comunicaciones con esas fuerzas de las que emanaban las energías, como centro del que salían las actividades radiales que guiaban las diversas formas  de transiciones o de viajes durante aquellos periodos de actividad de los atlantes. 

Estaba dispuesta como un cristal, aunque  de  una manera muy diferente a la habitual entre nosotros. No confundáis las dos, por lo tanto, pues están a muchas generaciones de distancia. Era en aquellos periodos en que se dirigían los aeroplanos, o los medios de transporte: aunque  ellos, en aquellos tiempos,  podían viajar por el aire, o por el agua, o bajo el agua, indiferentemente. Pero la fuerza con la que se gobernaban estaba en esta central de energía, o piedra Tuaoi que era como el rayo sobre la que actuaba. En un principio, era la fuente de la que procedía el contacto espiritual y mental (núm, 2072-10, 22 de julio de 1940). 
Otra lectura, que contiene una descripción detallada de la piedra de fuego o de cristal, parece ser un intento por parte de un profano de describir un láser gigante. Pidieron a Cayce que ofreciera «una descripción de los conocimientos eléctricos y mecánicos de la entidad cuando estaba encarnada como Asal Sine en la Atlántida». Como Siempre, Cayce relacionó en su respuesta las vidas anteriores con las oportunidades para los individuos en el presente:

Sí, tenemos las actividades de la entidad durante esa experiencia.  Como se indicó, la entidad estaba relacionada con los que trataban  con los aparatos eléctricos y con su aplicación durante la experiencia. Y vemos que se trataba de un periodo en que existían muchas cosas que ni siquiera hemos soñado en nuestra experiencia actual. 

Sobre la piedra de fuego que estaba en la experiencia se aplicaron entonces las actividades de la entidad que se relacionaban tanto con las fuerzas constructivas como las destructivas del periodo.  Sería bueno ofrecer cierta descripción de esto, para que la entidad pueda comprender mejor cómo se generaban fuerzas constructivas y destructivas por la actividad de esta piedra. 

En el centro de un edificio, que ahora diríamos que estaba revestido  de metales aislantes, o de piedras aislantes; algo semejante al asbestos con las fuerzas combinadas de la baquelita o de otros aislantes que se están fabricando ahora en Inglaterra con un nombre que resulta bien conocido para muchos de los que tratan con esas cosas. 

El edificio sobre la piedra era ovalado, o una cúpula en la que se podía producir o se producía una rotación, de modo que la actividad de la piedra se recibía de los rayos del sol, o de las estrellas; era la concentración de las energías que dimanan de cuerpos que están ardiendo ellos mismos, con los elementos que se encuentran y que no se encuentran en la atmósfera de la Tierra. La concentración a través de los prismas o vidrios, como los llamaríamos en el presente, era de tal modo que actuaba sobre los instrumentos que estaban conectados con los diversos medios de transporte, por métodos inductivos; así, su control era de un carácter muy parecido al control remoto por vibraciones o instrucciones de radio en nuestros días aunque el modo de la fuerza que era impulsada por la piedra actuaba sobre las fuerzas motrices de los propios vehículos.

Había una preparación para que cuando se hiciera rotar la cúpula se presentasen pocos obstáculos o ninguno a la aplicación directa a los diversos vehículos que se debían impulsar por el espacio, ya fuera en el radio de visión del ojo, como podríamos llamarlo, o dirigidos bajo el agua o bajo otros elementos o a través de otros elementos. 

La preparación de esta piedra sólo estaba en las manos de los iniciados en aquella época y la entidad era uno de aquellos que dirigían las influencias de la radiación, que surgía en forma de rayos invisibles para el ojo, pero que actuaba sobre las propias piedras instaladas en las fuerzas motrices: ya fuera en las aeronaves que se elevaban por gases en aquel periodo, o dirigiendo los vehículos más de placer que podían pasar mas cerca de la tierra, o lo que llamaríamos las naves sobre el agua o bajo el agua. 

Estas, pues, eran impulsadas por la concentración de los rayos de la piedra que estaba colocada en el centro de la central de energía, o casa de energía (como podíamos llamarla en el presente). 

[En la lectura se dice a continuación que estas centrales de energía estaban instaladas en diversas partes de la Atlántida. Por desgracia las hicieron funcionar a demasiada potencia; y produjeron el segundo periodo de fuerzas destructivas para las gentes de aquella tierra, y la tierra se disgregó en islas] (núm. 440-5, 20 de diciembre de 1933) . 




Esta fuente de energía también se utilizaba para los tratamientos médicos, del mismo modo que se utilizan los láseres hoy día en ciertos tipos de cirugía: «A través de la misma especie de fuego se regeneraban los cuerpos de los individuos, por la quemadura, a través de la aplicación de los rayos de la piedra, de las influencias que llevaban las fuerzas destructivas a un organismo animal. De aquí que el cuerpo se regenerase a sí mismo con frecuencia, y que permaneciese en aquella tierra hasta que llegó la destrucción. 
(núm. 440-5, 20 de diciembre de 1933).

Extractos del libro "Misterios de la Atlántida" de EDGAR EVANS CAYCE, GAIL CAYCE SCHWARTZER y DOUGLAS G. RICHARDS


“... había reconocido tres señales claras desde el principio del proyecto. ... decidieron utilizar la luz laser, se percataron de la necesidad de registrar la posibilidad de mínimas desviaciones de su trayectoria. Armaron un complicado aparato lleno de espejos pero fracasaron. Entonces fueron al departamento de Óptica del Centro de Instrumentos, tocaron la puerta que encontraron y penetraron a una oficina en la que dos técnicos discutían precisamente lo mismo que venían a plantear. Esa fue la primera señal. Las segunda fue Petra ... la había conocido dos años antes y se asombró de su sensibilidad. Era una chica ciega de nacimiento que decía ser capaz de comunicarse con seres de otros planetas. ... le planteo su idea y Petra le confesó que estaba recibiendo información acerca de como extraer energía directamente de la matriz del espacio-tiempo”

“El prototipo”:  Jacobo Grinberg-Zilberbaum

Fuente: