jueves, 1 de mayo de 2014

LA PIEDRA LABRADA DE INGÁ Y LA ATLÁNTIDA

Ingá es el nombre de una ciudad situada a 80 kilómetros de João Pessoa, Paraíba, en el altiplano de Borborema, en dirección a Campiña Grande.


A menos de 8 kilómetros de la ciudad de Ingá, a los márgenes del río Ingá, que en el invierno seca para tornarse caudaloso en verano, existe un monolito de roca de granito, cuya superficie está recubierta por 500 extrañas inscripciones en bajo relieve. Se trata de la famosa "Piedra Labrada de Ingá", cuya forma es irregular, con aproximadamente 23 metros de ancho y 3 metros de altura media (3,80 metros en su parte más elevada).

Los indios Tupi que vivían en esta zona llamada "Itacoatiara", que en su lengua quiere decir, simplemente, "la piedra".

Muchos investigadores afirman que sus grabados son únicos en el mundo.

En ese monolito, se destacan sobre todo temas curvilíneos. En los raros casos en que aparece una representación distinta, parecen tratarse de reptiles o de hombres.

Existen tres paneles de grabados:

Sobre la faz norte del bloque granítico, las inscripciones se concentran en un panel de 18 m de largo por 1,80 m de altura, en su parte más elevada. Las figuras y diseños grabados se presentan, en promedio, con 50 mm. de diámetro por 30 mm. de profundidad. Todo el campo esculpido está limitado en su parte superior por círculos, perfectamente excavados, en una cantidad de 114. Esos círculos o concavidades son llamados capsulares y poseen en promedio 5 cm. de diámetro. En el inicio de las grabaciones hay una espiral hacia la derecha, mientras que en el final hay otra espiral, ahora hacia la izquierda, ambas laboriosamente confeccionadas, con notable pulimento.

El bloque granítico reposa sobre una gran laja que, batida por las aguas del río en los periodos de crecida, presenta una coloración diferente de la del bloque. En esa laja, en ligero declive, también figuran grabaciones con la misma técnica de trabajo, inclusive representando ciertos símbolos del panel, todo con perfecto pulimento. Pero ahí están esculpidos agrupamientos de estrellas y puntos que recuerdan, fácilmente, constelaciones y la Vía Láctea. Llevando en cuenta la posición relativa de las estrellas así como la representación de la orden de brillo (magnitud), algunos estudiosos juzgan que allí está representada la constelación de Orión.

Sobre el bloque granítico hay otras inscripciones, en menor número. Una de ellas, situada en el centro del panel esculpido, 50 cm. arriba de la línea de capsulares, se asemeja a una representación de un sol radiante, en semicírculo, del cuál parten 21 rayos, vueltos para la parte inferior del paredón. El acabado de todas las inscripciones de Ingá, suministra la idea de pulimento que parece confirmar la hipótesis referente al proceso utilizado para hacer las grabaciones: ellas habrían sido ejecutadas por medio de rocas duras o maderas, mojadas en el agua y, enseguida, pulidas con arena, como se fuera una lija. Los surcos que componen las figuras o diseños grabados en esta roca tienen en media diez centímetros de ancho.

Existen muchas teorías extrañas para explicar los orígenes de las grabados, como por ejemplo, que ellas habrían sido hechas con rayos láser por antiguos astronautas extraterrestres, que serían una escritura alfabética (símbolos que representan sonidos) o aún una escritura ideográfica o pictográfica (símbolos que expresan ideas en vez de sonidos). Se supone que sus autores fueron los fenicios, los hititas, los egipcios, o habitantes de la Isla de la Pascua, entre otros. Sin embargo , ninguna de esas teorías alcanzó un consenso.

No es necesario ser especialista en lenguas muertas para percibir que los petroglifos de Ingá no son una escritura y que las señales caprichosamente dispuestas, no guardan entre sí, orden, simetría o relación alguna de tamaño, pues son muy poco repetidas.

El monumento de Ingá debía representar algo realmente importante, por la dificultad de sus artesanos para hacer el trabajo. Según la mayoría de los investigadores, podría ser un centro de culto religioso, relacionado con elementos astronómicos.

En total, la roca tiene unos 450 glifos. La pregunta es si es un idioma antiguo grabado en el monolito. La mayor parte de las figuras, de hecho, parece a primera vista abstracta, pero los investigadores creen que la Piedra del Ingá oculta un mensaje en clave antiguo. El principal problema es que carecen de paralelismos para poder hacer una comparación y, posiblemente, tentar una traducción.


El investigador ítalo-brasileño Gabriele D' Annunzio Baraldi, un gran estudioso de las lenguas antiguas que ha pasado gran parte de su vida estudiando la Piedra de Ingá, sostiene que los glifos de Ingá son similares en tamaño y forma a los de las culturas mesopotámicas primordiales.

Además de eso, en su opinión, la lengua tupí - guaraní, hablada por muchos grupos étnicos en América del Sur, parece tener un origen común distante con la lengua hitita , antiguo pueblo indoeuropeo que floreció en Anatolia hace 3.800 años .

¿Cómo es posible que dos culturas tan lejanas puedan haber compartido un origen común en la lengua y la escritura? Baraldi ha encontrado en esta comunidad una prueba de la existencia de una gran civilización global de hace más de 10.000 años, más conocida por el nombre de la Atlántida.

D' Annunzio Baraldi, investigador independiente y explorador, es considerado como uno de los últimos grandes atlantólogos. En su opinión, algunos grupos humanos originarios del continente mítico sobrevivirían al cataclismo catastrófico ocurrió en 9500 aC, en dirección este, Europa, y al suroeste, Brasil. Baraldi argumenta que los glifos de la Piedra del Ingá sólo cuentan la gran catástrofe mundial que causó la destrucción de la civilización atlante .

Si la tesis de Baraldi es correcta , significa que la Piedra del Ingá es un mensaje que los antiguos sobrevivientes atlantes quisieron dejar a la posteridad, como un recuerdo del pasado y como una advertencia para el futuro. Y eso significa que no pueden haber sido los nativos americanos los creadores de los glifos en el monolito.

En apoyo de la Atlántida habría una similitud entre los glifos de la Piedra de Ingá con la escritura utilizada por los antiguos habitantes de la Isla de Pascua, el Rongorongo

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