lunes, 30 de diciembre de 2013

LAS LUCES DE ERKS

"En este libro, presentaremos una civilización intraterrena pero que, sin embargo, es mucho más evolucionada que las civilizaciones de la superficie. Su nombre, para los que ya la conocen y conviven con ella, es ERKS. Allí viven seres de diferentes galaxias y de esta misma Tierra.(...) Erks es la mayor ciudad intraterrena ono-zone activa, y es controlada por una civilización suprafísica. Como la esotérica Shambala, Erks jamás podrá ser descubierta, a menos que se manifieste y se haga visible. Esto ha ocurrido, por ahora, esporádicamente... " "Erks, Mundo Interno" Trigueirinho




Muchos están de acuerdo en que Erks se publicitó mundialmente por la recordada huella de un resplandeciente OVNI en el cerro “El Pajarillo”, el 9 de enero de 1986.

Y no era para menos: ante la sorpresa de los moradores de Capilla del Monte, aquel extraño objeto, de unos 115 m. de largo y 95 m. de ancho, proyectó su energía sobre las faldas del cerro en mención, dejando una marca oval en proporción a su volumen que, a decir de algunos investigadores, guarda una sospechosa correspondencia con las dimensiones generalmente aceptadas de nuestra galaxia: 115.000 años luz de largo y 95.000 años luz de ancho. El OVNI desapareció, pero dejó allí su huella, que de inmediato atrajo a diversos investigadores y científicos, entre ellos personal de la propia NASA.



Arriba: la controvertida huella del cerro "Pajarillo".

Como un hecho curioso, recuerdo un documental para la televisión española, realizado por J. J. Benítez y el fallecido Dr. Fernando Jiménez del Oso, en donde mostraban la marca sobrenatural del Pajarillo. La sorpresa fue que sus cámaras filmadoras no funcionaron dentro del área donde el OVNI depositó su energía. ¿Fue exactamente así? De lo que no hay duda, es que los lugareños recuerdan cómo al desatarse un incendio forestal, el fuego, al llegar a la marca que dejara el objeto, inexplicablemente se detuvo y no quemó el pasto de aquel sector...

La presencia OVNI inmediata a un Retiro Interior (como llamamos a estas ciudades intraterrestres), es una constante. Cerca de estos templos subterráneos se encuentran instalaciones de civilizaciones estelares, que hacen de vigilantes y protectores de los lugares sagrados. Es comprensible, teniendo en cuenta que buena parte de las ciudades intraterrenas fueron originalmente construidas por aquellos visitantes espaciales, que las emplearon en su momento para fines científicos, como el estudio de fuentes de poder telúricas y la extracción de minerales. Ya el sensitivo argentino Benjamín Solari Parravicini (hoy de fama mundial por sus aciertos) en una de sus psicografías se refería a este misterio:

Razas extraterrestres regresarán a la Tierra. Ellas ampararán ciudades subterráneas que de ellos fueron, y aún habitadas por sus naturales aclimatados. Bajarán para restablecer costumbres que fueron superiores a las nuestras, hoy desaparecidas. Las manifestarán de forma telepática... (Buenos Aires, 1959).

Pero hay más.


El bastón de Mando

A la llegada de los españoles, se estima que la población total de los indios Comechingones alcanzaba los 30.000 habitantes, distribuidos principalmente en medio de los valles y lomadas de la actual provincia de Córdoba, Argentina, donde se encuentra Capilla del Monte.

A decir del fallecido investigador argentino Guillermo A. Terrera, los caciques mayores de los comechingones conocían la existencia de un “Bastón de Mando” o Toqui Lítico, poseedor de facultades sobrenaturales que sólo pueden ser despertadas por la persona “correcta” que custodie el objeto.

El 26 de septiembre de 1948, el propio Terrera recibió de manos de un tal Orfelio Ulises aquel bastón de piedra negra, de forma cónica y de 1,10 m. de longitud, presuntamente hecho en basalto (como la estatuilla del Roncador que poseía Fawcett), y que habría sido encontrado por Ulises catorce años antes en las cercanías del Cerro Uritorco.

Supuestamente, de esta forma lo rescató de los nazis que empecinadamente lo buscaban. Pero el hallazgo del Bastón de Mando, a decir de Terrera, no fue fortuito. Ulises era un iniciado hermético que en un viaje a Oriente (vivió ocho años en el Tibet) recibió “las indicaciones” para hallar la pieza lítica en la Argentina. Sea como fuere, el misterioso objeto de basalto negro existe, y han sido muchos los estudiosos que han hecho mediciones de su sorprendente energía y que han experimentado inclusive extrañas visiones con tan sólo sostenerlo en las manos. Además, resulta impresionante comprobar que ya en 1230, el célebre filósofo inglés Roger Bacón mencionaba la existencia del Bastón de Mando “escondido en una cordillera situada en el extremo meridional del Hemisferio Sur...” (!)

Una vez más, nos hallamos ante otro “objeto de poder”, como la Piedra de Chintamani de Nicolás Roerich, la estatuilla de Fawcett, o la Diosa Umiña de los incas. Para aquel que sepa ver más allá del enigma que constituyen estos objetos, encontrará una pieza adicional, e importante, del rompecabezas que constituye el acceso a un Retiro Interior de la Hermandad Blanca.

Arriba: imagen del presunto Bastón de Mando, tiempo atrás en manos del fallecido profesor Terrera.

El Bastón de Mando, por lo que sabemos, aún se encuentra en la Argentina, y se espera que pueda ser devuelto a su lugar de origen en Capilla del Monte.

Sarumah y los Guardianes de ERKS

Fue el médico Ángel Cristo Acoglanis, conocido también con el nombre de “Sarumah” (para algunos el nombre de la entidad de ERKS que le contactaba) quien organizó diversas reuniones de contacto en los solitarios parajes de Capilla del Monte, de manera especial en el Valle de los Terrones. El fue el primer “contactado” del que tenemos noticia con aquella ciudad intraterrena.

A estos encuentros acudían misteriosas luces, entidades cósmicas de ERKS, y siempre ante la presencia de numerosos testigos. Roberto Villamil, reconocido fotógrafo y periodista (y principalmente un buen amigo en este camino), registró muchas de estas apariciones, y entregó los negativos al escritor de metafísica Triguerinho, material que fue publicado en “ERKS, mundo interno” (Kier, 1989). Así, el mensaje de aquellos mundos internos empezaría a llamar la atención del buscador de la Verdad.

Acoglanis, curiosamente al igual que Orfelio Ulises, había bebido de la fuente oriental, sinónimo del legado de Shambhala, aprendiendo una serie de mantrams o palabras de poder que permitían entrar en una conexión directa con los “seres de ERKS”, a quienes, inclusive, se les identificaba con sus respectivos nombres. Entre ellos tenemos a Witaicon, Naualcuma, Maia y Epanticuama, entre otras entidades que no tienen cuerpo físico (alguna vez lo poseyeron) constituyéndose ahora en seres de energía o luz pura, que bajo la apariencia de esferas blancas resplandecientes, cruzan el Valle de los Terrones, las grutas de Ongamira, y la cumbre del Cerro Uritorco.

Es importante tener en cuenta y diferenciar este fenómeno que hemos presenciado en diversos Retiros Interiores, para no confundirlo con manifestaciones de las naves. Hoy en día, muchos investigadores han acuñado el termino ORBS (que significa “esfera”) para definir estas presencias que, frecuentemente, aparecen en las fotografías sólo al ser reveladas.

Como bien lo define el propio Terrera en su libro “El Valle de los Espíritus” (Kier, 2003) el objeto ¿en alusión a los OVNIs? es un artefacto, un aparato construido con elementos de peso, volumen, densidad y resistencia, aunque de naturaleza “mágica” para nuestra ciencia. La entidad, en cambio, es una energía, una fuerza que se puede ver e, incluso, percibir extrasensorialmente; un fluido, un magnetismo.

Para dar una idea de los mensajes que recibía Acoglanis de los seres de ERKS, trascribo literalmente algunos pasajes

“…Hace aproximadamente 21.000 años, el consejo de la llama azul, decide la construcción de la ciudad de la llama azul, preparada para el despertar de estos tiempos. Allí sería el centro iniciático de los cósmicos remanentes del Kosmos sideral para el encuentro. De allí que las revelaciones al auto convocado informen de la ciudad subterránea conocida con el nombre de ERKS. Es una ciudad esférica construida dentro del círculo montañoso, elegido por el consejo de la llama azul, dotada esta del sistema de espejos.

A la Ciudad de la Llama Azul o ERKS, conocida por los esotéricos auto convocados por el regente SHIKUMHA, arriban los hermanos de la flota enviada por la confederación celeste; su misión encomendada es controlada por los espejos instalados en ERKS; para responder en información a las delegaciones especiales de distintas constelaciones solares fuera del regente solar del planeta tierra.

Nuestra hermandad de la llama azul activa entonces el generador del programador; por este sistema se contactan los espejos que informan a los seres espaciales desde el consejo de la sexta dimensión; están guiados a su vez por los Maestros interplanetarios en diferentes jerarquías de misión".

Diario II “Los Espejos de ERKS”

De vivir Acoglanis, de seguro tendríamos una respuesta a las incógnitas que surgen de estas experiencias.

Lamentablemente, el 19 de abril de 1989 (luego de la publicación del libro de Triguerinho) Acoglanis es asesinado de siete tiros de bala por quien consideraba, precisamente, uno de sus amigos más cercanos. Su asesino, inmediatamente al magnicidio, caminó como un autómata a un centro policial de Buenos Aires para entregarse. Por si fuera poco, tiempo más tarde, el atormentado hombre (se dijo que se había vuelto loco) se suicidaría arrojándose de un edificio de Belgrano, en la Capital Federal...

Es difícil no asociar este episodio con otros hechos extraños que hemos conocido, y que empiezan a sugerirnos que existe una fuerza, o un grupo secreto, que desea silenciar estas verdades para mantener a la humanidad en la ignorancia. ¿Fue Acoglanis víctima de una conspiración basada en técnicas de control mental, que manipularon a su amigo para que éste le asesinase? ¿O fue sólo, como dicen algunos, un “ajustes de cuentas” por problemas personales?

Han transcurrido muchos años desde entonces, y hasta hoy en día se respira un ambiente de misterio en torno a la inesperada muerte del “portero de ERKS”, como le llamaban sus seguidores.

Sin embargo, al margen de esta historia, las luces cósmicas de ERKS aun se dejan ver, dando señales que el contacto con ese esquivo mundo interno de Capilla del Monte, continúa.


Arriba: una de las polémicas fotos de las "naves de Erks". La mayoría de esas imágenes fueron registradas por el periodista y fotógrafo argentino Roberto Villamil.