El DOR se produce con la conglomeración de Torres Transmisoras de HAARP, que incluyen las torres de antenas “Celulares”, de TV y de Radio, que son mas bien para uso militar.
Junto con las plantas nucleares, refinerías y aparatos electrónicos que producen contaminaciones electromagnéticas, eléctricas y radioactivas. Las Plantas Nucleares son las fuentes mayores de DOR, así como lo son las fábricas industriales y las industrias que producen materiales químicos, bioquímicos, etc, que facilitan la evacuación de energía negativa contaminando letalmente el ambiente y a todo ser viviente en su radio.
Otras fuentes adicionales de energía DOR que son creadas son las psíquico-energéticas que también son generadas por la población que vive cerca de estas fuentes y crea estrés físico y mental entre ellas. Otras fuentes más de DOR; son sitios o lugares que han sufrido estreses dramáticos de muerte, como campos de batalla, sitios de ejecuciones, prisiones, fosas comunes, etc.
También el aumento de la combustión emitida por las emisiones vehiculares, en ciudades frenéticas, agrega esta energía mortal. Es considerada mortal porque la gente que vive en estas condiciones agrega su propia mala energía a esta mezcla ya dañina.
De manera, que es un círculo vicioso mortal, generando enfermedades y para algunos de los casos consecuencias letales. Se deduce que de ahí provienen todos los problemas físicos y psicológicos del asalto de esta “revolución” tecno/industrial que produce DOR y todos los traumas apegados a ello.
El Orgón-Benéfico (OR): Qué es y Cómo Ayuda?
El OR es la energía que se encuentra en todo ambiente natural, el Éter y en el agua limpia. Nutre el crecimiento de todo ser vivo y acrecienta la libido animal y la del ser humano para procrear su especie y también sanarse. Cuando el ambiente está lleno de esta energía todo ser viviente proyecta vigor y salud. En un ambiente saturado de OR, los estrés psicológicos y enfermedades no existen, en contraste a la industria depredadora que nos acosa a todos en las ciudades frenéticas alrededor del mundo. Por eso los campos y las selvas profundas donde no se ve la industria, todo es majestuoso, saludable y grande. ¡Todo está lleno de OR y uno literalmente siente el vigor de la Naturaleza!
Energía positiva y energía negativa
Durante el transcurso de los tratamientos desarrollados en medicina energética existe una cuestión central: la evaluación de la energía del paciente al comienzo y durante su evolución con el tratamiento. La cosa sería relativamente sencilla si sólo se evaluara una energía, la orgónica o energía de la vida.
Pero lamentablemente no es así. La mirada optimista y simple acerca de las cosas de la vida y la salud choca contra la realidad: en cualquier campo energético que funciona con las características de un organismo vivo existen la energía orgón y su contrapartida, la llamada DOR u orgón mortal por su investigador y descubridor, el doctor Wilhelm Reich.
De una manera simplificada pero fiel a la realidad, puede plantearse la hipótesis siguiente: cuando el natural fluir de la energía orgón se interrumpe por cualquier motivo (esto incluye causas emocionales y/o físicas) la energía se estanca, se congestiona. La continuidad en el tiempo de esta congestión se denomina bloqueo de energía. Es un término que se escucha frecuentemente y sin muchas explicaciones, de manera que se ha transformado en una suerte de muletilla sin valor, aunque su importancia sea trascendente para entender la funcionalidad energética de una persona.
El conjunto de los bloqueos dinámicos de una persona se denomina coraza. Este término fue acuñado por Reich, primero para definir la tensa peculiaridad del sistema muscular en sus pacientes, pero luego para describir el conjunto de las defensas y resistencias de una persona simultáneamente en ambos niveles del ser: el psico-emocional y el físico-biológico.
Esta peculiaridad de acorazado que caracteriza al hombre actual está directamente relacionada con su angustia básica y su gran dificultad para sentir, reconocer sus emociones, vivir desplegando su existencia y experimentar el placer.
¿Pero cuál es la génesis de tal acorazamiento?
Desde el punto de vista biofísico el origen es el estancamiento de la energía y lo que sucedió antes y a partir de ese estancamiento. Tal cual ocurre con el agua encharcada, la energía OR degenera en DOR -su antítesis- cuando la congestión deviene en bloqueo estable.
Todo esto podría constituir sólo la trama central de un buen guión cinematográfico si no hubiera investigación clínica y de laboratorio que pueden demostrarlo. Y esto es lo que hizo Reich y repitieron algunos seguidores o “comprobadores” que afortunadamente disponían de un equipo como para poder hacerlo. Y ya no hay más remedio que ampliar esta exposición viajando hacia el origen de la investigación que desembocó en la fundación de la orgonomía o ciencia de la energía.
En un momento de este trabajo, Reich encontró unos pequeños corpúsculos observables al microscopio óptico y de variable tamaño (muchos de ellos próximos a la escala de un glóbulo rojo: 6 a 8 micrones), luego de calentar a altas temperaturas materia orgánica e inorgánica. No eran simples “artificios de laboratorio”: su comportamiento y reacción a las tinciones biológicas demostraban que portaban la energía de la vida, razón por la cual los denominó biones. (Las tinciones y colorantes se usan con frecuencia en biología y en medicina para destacar estructuras en tejidos biológicos para observación, a menudo con la ayuda de diferentes tipos de microscopios).
La investigación de estos biones en tejidos cancerosos devino en otro hallazgo no menos importante: cuando degeneraban se convertían en minúsculos corpúsculos característicos de tejidos en proceso de muerte.
Por su aspecto y aparente función Reich los denominó Bacilos-T (del alemán Todesbacilli, bacilos de la muerte). La prosecución de la investigación derivó en una conclusión: los biones portan energía orgón OR, mientras que los Bacilos-T están básicamente constituidos por energía mortal o DOR.
Puede agregarse, aunque ahora será brevemente expuesto, que en la misma atmósfera donde vivimos existen orgón OR y DOR en cantidades y concentraciones variables. Cuánto más orgón OR, mayor calidad de vida. Cuanta más contaminación de todo tipo, más DOR.
Y ésta podría ser, sucintamente, la historia del desarrollo de la enfermedad en humanos y otras formas de vida.
Energéticamente hablando, la enfermedad y su profundización expresan el predominio del DOR sobre el OR. Esto es absolutamente natural cuando se aproxima la muerte, pero no lo es cuando las posibilidades de desarrollo de la vitalidad natural de un ser vivo quedan brutalmente suprimidas y amputadas por la temprana aparición de serias disfunciones y una muerte precoz.
Por eso podría conjeturarse que el éxito de una vida consiste en “morir en buen estado de salud” a través del equilibrio dinámico de ambos constituyentes energéticos de la existencia: orgón OR y DOR.
Esto podrá sorprender, cuando tantos mercachifles venden la falsa ilusión de “lograr una salud perfecta”, pero es necesario aceptar que en la vida coexisten alegrías y tristezas, éxitos y fracasos, angustia y placer, enfermedad y salud. Y también orgón OR y DOR como aspectos energéticos centrales de la existencia.
Portamos orgón OR y DOR en cambio constante. Podemos hasta sentirlo en nuestro estado de ánimo. Ahora el asunto es discutir las proporciones y presencia de cada uno. Tanto y tanto, cuánto y cuánto. En lenguaje poético podríamos decir que el orgón OR constituye el aspecto luminoso del ser, mientras que el DOR su lado oscuro y sombrío. Una persona con cáncer avanzado está inundada de DOR, mientras que un niño sano (y por lo tanto feliz) flota en orgón OR. Pero estos son ejemplos polares que sirven únicamente para situarse en el tema. Si profundizamos en estos ejemplos nada raros, también podremos encontrar orgón OR en el canceroso y el DOR en el niño sano. En la vida no existen situaciones químicamente puras, la salud o la enfermedad puras. Lo determinante es la relación entre ambas energías, no la imposible inexistencia de alguna de ellas.
¿Alguna señal evidente de DOR? Sí: el característico olor agrio-picante del canceroso y de otras personas a medida que la vida llega a su término. ¿Lo reconocen y produce cierto escalofrío? Sí, de acuerdo. Pero tal vez asombre más saber que todos tenemos DOR, y que éste puede evidenciarse al extremo de sentir su olor peculiar cuando se lo extrae con metodología adecuada aún en personas básicamente sanas.
El DOR es nuestro aspecto oscuro, de manera que no es raro que necesitemos ocultarlo aunque su tenacidad en la exhibición aparezca por otros caminos. La enfermedad es su inconfundible presentación en sociedad, por sí somos tan habilidosos como para ocultarlo con miles de inútiles artimañas.
Pero hay otras muestras de DOR no menos impactantes que las enfermedades humanas. En la naturaleza esto es visible en la atmósfera contaminada de las grandes ciudades y en el crecimiento de los desiertos. Por ejemplo, las nubes de algunas ciudades que habitamos rebozan de DOR: tienden a ser oscuras, con un siniestro tono gris que no augura nada bueno a quienes habitamos debajo de ellas.
De manera que también existe el DOR medioambiental en distintas fases de estado y expresión: el desierto que carece casi totalmente de vida es comparable al canceroso avanzado. Propongo un ejercicio de observación: cuando viajen en auto comparen las nubes de la ciudad con las del campo, a lo largo de cualquier ruta. Comparen también la riqueza de la fauna y la flora en estos distintos lugares y tendrán una idea de lo que puede estar ocurriendo con nosotros, en estos lugares donde el desierto vital avanza en proporción directa a la desesperanza tapada con concreto (cemento armado). Porque la infraestructura del desierto físico es el desierto emocional.
Lo mejor es entender que los desequilibrios energéticos del ser humano producto de lo que se ha mencionado tienen repercusiones importantes en nuestra salud física y psíquica.
¿Qué hacer con el DOR que supimos conseguir?
Hay una sola cosa que se puede hacer con el exceso de DOR: eliminarlo. Y otra que es factible de realizar con el conjunto de nuestro biosistema: cargarlo de orgón positivo OR. Ambas maniobras deben realizarse simultáneamente, aunque en variada proporción y velocidad según cada situación particular.
El conjunto de estas maniobras y procederes constituye un tratamiento en medicina energética. Así es que la eliminación de DOR y la carga de orgón OR se constituyen en el objetivo excluyente de un tratamiento verdaderamente energético. Estos objetivos delimitan un campo de operación pero también implican claras diferencias con los de la medicina estándar o mecanicista.
En la medida que ésta considera al organismo como un mecanismo animado se contenta con acallar los síntomas, neutralizándolos con terapia química que ejerce un efecto contrario al mecanismo que los origina. Por esta razón las medicaciones que utiliza son ANTI algo: anti-febriles, anti-inflamatorios, anti-bióticos, anti-espasmódicos, etc. En cambio, la medicina energética está a favor del desarrollo del aspecto luminoso de la vida: se recuesta sobre el orgón OR y trata de eliminar el DOR innecesario y enfermante.
Culturalmente hablando la gran enfermedad es la disociación, el gran operativo esquizofrénico que ha montado la escenografía y el argumento de la obra que protagonizamos desde hace muchos siglos. Disociación del cuerpo en órganos independientes, disociación entre “alma y cuerpo”, disociación de los otros seres humanos, disociación de los otros seres vivos, disociación del paisaje “inorgánico” y del cosmos.
Entonces no resultará tan extraña la opinión de Wilhelm Reich acerca de las relaciones entre energía y terapéutica:
“El principio de la extracción de energía DOR es el objetivo básico de la curación. Al extraer la energía de los síntomas morbosos, en un principio solamente de los psíquicos, fue posible lograr la disolución de las ideas compulsivas y de las fóbicas. La extracción de la energía significó la pérdida de energía en un lugar, pero también significó el aumento del nivel energético en otras zonas o funciones del organismo viviente. Mientras más éxito obtenemos en la extracción de la energía de las rigideces de la coraza muscular y de los síntomas, más vivo y móvil es el organismo.”
La eliminación de DOR no sólo logra “la disolución de las ideas compulsivas y fóbicas”: también modifica positivamente las reacciones biológicas del sujeto, a veces durante la misma sesión de trabajo. Se verá que la hipótesis terapéutica de Reich implica la ocupación de orgón OR en “las zonas o funciones” de donde se ha desalojado DOR. Pero esto supone una metodología que apenas comienza a diseñarse, y que tiende a una articulación diagnóstica y terapéutica entre los aportes de la medicina y la psicología energéticas.
Para entender esta propuesta es bueno volver a señalar que el campo de lo energético no corresponde exclusivamente ni al de la medicina ni al de la psicología: más bien incluye a ambos negando las famosas “partes” y la supuesta “autonomía” de lo físico o de lo psíquico. De manera que se abre un nuevo espacio de comprensión y tratamiento de la patología humana que comprende tres acciones diferentes: el trabajo con energía y las metodologías de la medicina y la psicología. Aquélla es el tronco y éstas sus ramas principales.
LA TIERRA UN GRAN ACUMULADOR DE ORGON
Fuente:http://energiaslibres.org