Esta experiencia fue muy vívida para mí, así como la que experimenté en la piscina con el cocodrilo. Yo no las podría catalogar de sueños aunque así parecen, para mí fueron viajes a otras dimensiones, quizás otros tiempos ¿quién sabe?. En esta ocasión me había reunido con un grupo de personas, no siendo ésta la primera vez, la que la distingue de las otras veces es que en ésta ví perfectamente al grupo. El lugar ya casi ni lo recuerdo, una pradera, árboles... Mis amigos, porque así sentí que eran, me hablaron durante un cierto tiempo y algo les contesté yo, lamentablemente el fruto de esa conversación no quedó (aparentemente) en mi memoria y en cambio si quedó la sensación: una gran paz, un gran amor y una felicidad extrema. Estábamos celebrando algo. Al terminar la "reunión" fue cuando nos abrazamos, ellos tenían la constitución muy diferente a la nuestra no muy altos, brazos más largos de lo que nosotros estamos acostumbrados a ver, cabezas muy grandes respecto al tronco, ojos grandes, nariz pequeña y boca sonriente tampoco muy grande, y recuerdo, sobretodo, esas maravillosas orejitas que parecían alitas... Eran rasgos muy suaves, dulces es la palabra con la que los definiría. Besé muchas de esas anchas frentes, sentía mucho cariño por ellos. Sé que nos acompañan. El mensaje...para mí fue sólo Amor. Tiempo después reconocería sus rostros en imágenes de las columnas de los templos egipcios...
Stellablu