domingo, 4 de agosto de 2013

EL PLAN






















"El acertijo de los niños felices de estar aquí, de ser quienes son dondequiera que están, pero sin interés en crear su futuro, sólo tiene sentido si se toma en consideración la voluntad del alma. Porque eso es lo que somos: almas. Las almas vienen a la Tierra, asumen su forma corporal, desarrollan sus personalidades, experimentan oportunidades de aprender y crecer, emprenden misiones o ejercen empleos y luego regresan a la Fuente a través de la puerta de salida de la muerte física. Pero los grupos de almas pueden ponerse de acuerdo para hacer las cosas de un modo distinto, para aglutinar y combinar sus energías con el propósito de crear o participar en acontecimientos específicos, que llevan a consecuencias de un orden más elevado. Fuí testigo de una impresionante versión de esto con el atentado a las torres gemelas. 
Dejé plasmado lo que se me reveló en un escrito, este es un fragmento:


"Cada persona involucrada en la tragedia, sin importar quién fuera, víctima o responsable, había accedido desde antes de su nacimiento a ser parte de este suceso, a estar en ese lugar, en ese momento, con esa identidad. Esas almas no se habían comprometido necesariamente a ser asesinados o a matar, sino a estar presentes y hacerse contar, a fin de garantizar la disponibilidad de la energía necesaria para que ocurriera la emergencia y para que tuviera el efecto que tuvo. Las decisiones finales sobre quiénes harían qué, solo se tomaron en los últimos momentos. El propósito de estas almas era hacer un gran "llamado a despertar", tan pavoroso que sacudiría al plano terrenal en su totalidad y afectaría a cada gobierno y religión, cada hombre, mujer y niño, y también al medio ambiente."
No toda tragedia es exactamente lo que parece, como tampoco son igualmente gloriosos todos los triunfos. Poseemos voluntad individual. Pero también tenemos que lidiar con la voluntad de la familia, la comunidad, el gobierno, las empresas, la religión y el Estado. Existen niveles y redes, interconexiones y entretejimientos (toda clase de intención) que nos hacen producir los acontecimientos de nuestro mundo e historia, tanto a nivel personal como colectivo. Pero hay una voluntad superior que está presente a lo largo de toda la creación y en el interior de todo lo creado, cuyos planes son distintos a lo que parece obvio o previsto. Y en ocasiones esta voluntad anula la nuestra..."

"Más allá de los niños Índigo" P.M.H. Atwater
Foto: Flickr