El aura se compone de emanaciones lumínicas ultravioletas que no están al alcance de la visión humana porque el cristalino del ojo se endurece no permitiendo pasar la radiación ultravioleta excepto en algunos individuos que mantienen esa plasticidad en el cristalino. Los bebes y algunos niños pueden ver las emanaciones lumínicas de todos los seres vivos, el aura. Siempre preguntar a los niños que colores ven alrededor nuestro, ellos nos dirán la verdad.
La emanación lumínica del aura sucede debido a los procesos químicos celulares y a las secreciones hormonales en el interior del organismo humano. Estos procesos químicos dependen e influyen en las emociones y el carácter de un individuo. Los colores del aura dependen de la longitud de onda electromagnética que es la luz solar. Esta es absorbida por los ojos y la piel y es procesada químicamente por los vórtices energéticos de los chakras que a su vez influyen directamente en las glándulas y las secreciones hormonales. Si éstas están activas y elaboran correctamente su química, esos chakras estarán abiertos y emitirán una luz en el espectro ultravioleta que serán los colores del aura. Estos colores dependerán entonces de qué chakras están abiertos, ya que estos absorben luz y emiten el color complementario. Estos procesos químicos dependen de la integridad psico-física de una persona, de cómo asimila y entiende sus emociones y lo que sucede en el entorno.
Podemos medir el aura, sus vórtices energéticos o agujeros con varillas de radiónica, también su color a través de los chakras que están abiertos o irradiando. También podemos mirar el rostro a través de un prisma para ver los colores carentes en un individuo, algo parecido a ver el aura.
A la misma vez el color del iris de los ojos muestra ese proceso químico según el patrón genético heredado y a la vez indican los cambios o debilitamientos de esa herencia, tanto a nivel físico como a nivel psicológico. Sobretodo, los ojos son el espejo del alma. Los ojos azules pertenecen a personas de sangre fría, cuyos antepasados han vivido en un clima frío, con poco sol y sus padecimientos son debido al exceso de frío: los riñones, el estancamiento linfático, la debilidad pulmonar y la tendencia a "congelación" de las articulaciones a través de la artritis o artrosis. Los ojos marrones vistos con luz son mas bien rojizos o anaranjados y pertenecen a personas con antepasados que han vivido en un clima cálido con mucho sol. Sus padecimientos son cardio-vasculares y glandulares, un exceso de fuego. Los ojos mixtos o verdes son pertenecientes a la herencia mezclada de ambos patrones de antepasados, muestra una debilidad hepática y una constitución biliar debido a la necesidad de adaptación.
Al mirar el iris con una lupa con luz, podemos observar tanto las características físicas como psicológicas y espirituales, ya que a través del iris no solo podemos ver el camino hacia la enfermedad o desarmonía física, sino también vemos la tendencia psico-física de la persona y su camino específico hacia la integridad espiritual.
Tanto el proceso de la luz invisible del aura como de la luz visible del iris descifran el ser humano pleno, en cuerpo y alma.
Fuente: http://www.biosonic.org
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